La conquista del título de la mejor empresa de pesaje del mundo, la entrada en el top 10 de las 100 mejores empresas para trabajar en Portugal, el éxito internacional y muchas otras cosas buenas no suceden por casualidad. Suceden porque, en Balanças Marques, todos somos una gran familia, unida en torno al mismo objetivo. Suceden porque tenemos un gran líder, que siempre nos deja con el sabio consejo de un padre.
Si hay una persona que nos inspira, que nos insta a ir más allá, esa persona es el patriarca de Balanças Marques y de esta nuestra familia. José Pimenta Marques es un ejemplo para seguir. Por el espíritu emprendedor, por el coraje, por la fuerza de voluntad que siempre demostró. Y por las lecciones que cada una de sus historias de vida nos enseña.
En el mes del Día del Padre, compartimos con ustedes algunos de los consejos que el “nuestro" nos va dejando:
- Todo lo que realmente merece la pena requiere trabajo.
Después de todas las dificultades que enfrentó, después de todo el trabajo que tuvo, José Pimenta Marques mira para su familia y para la empresa que construyó y sabe que mereció la pena - cada prueba, cada obstáculo, cada mala noche. Para el, las mejores cosas de la vida, el logro de objetivos soñados desde hace mucho tiempo, ofrecen mucha más satisfacción cuando ha trabajado duro para alcanzarlos.
En sus palabras: "Para que algo tenga sabor, debe provenir de nuestro propio sudor, debe ser algo que resulte de nuestro propio esfuerzo".
- Pero la vida no se trata solo de trabajar.
Incluso con un negocio que requirió más de ocho horas de trabajo de él, nuestro patriarca siempre encontró tiempo para todo y para dedicarse a los hobbies que, incluso hoy, le dan mucho regodeo, como es el caso de la música.
“A pesar de todo el trabajo que tenía, nunca dejé de ir los ensayos y salir con los grupos de ranchos folklóricos del cual formaba parte. Nunca dejé de cazar, pescar y hacer lo que me gusta”, dice el padre de Balanças Marques.
- Todo es un poco más fácil cuando tenemos a alguien a nuestro lado.
Para José Pimenta Marques, juntamente con su esposa, Maria da Conceição Barbosa, que es una "mujer de guerra". Fue un elemento fundamental para hacer realidad su sueño. Estando solo, cree que todo sería aún más costoso, todo exigiría aún más trabajo; incluso podría no haber sido posible lograr todo esto.
"Una bicicleta necesita dos ruedas para andar", dice. “Y para mí, ella fue la segunda rueda. No diré que fue solo mi rueda la que funcionó, la mía y la de ella fueron necesarias. Ella ayudó a que todo saliera bien y llegase a este punto."
